SANTO TOMAS DE AQUINO.

SANTO TOMAS DE AQUINO (1225-1274)
Santo Tomás de Aquino nació en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en el año 1225, en el seno de una numerosa y noble familia italiana. Su padre, Landolfo, descendiente a su vez de los condes de Aquino, estaba emparentado con el emperador Federico II. Su madre, Teodora, era hija de los condes de Taete y Chieti. Recibió Tomás su primera educación, a partir de los cinco años, en la abadía de Montecasino, de la que era abad su tío, permaneciendo en el monasterio hasta 1239, cuando el emperador Federico II decretó la expulsión de los monjes. Allí realizó los estudios ordinarios de gramática, latín, música, moral y religión.
OBRAS ESCRITAS:
1) Obras escritas o iniciadas durante su estancia en París (1252-1259):
- "De ente et essentia". (Sobre el ente y la esencia) . Escrito en París antes de ser maestro en Teología, o sea, antes de marzo de 1256. Una pequeña obra fundamental para conocer la teoría del ser de Sto. Tomás.
- "De principiis naturae". (Sobre los principios de la naturaleza). Consideraciones sobre la naturaleza basadas en los libros I y II de la Física de Aristóteles.
- "De Veritate". (Cuestión disputada sobre la verdad).
- "Suma Contra Gentiles". (Comenzada en París)
2) Obras escritas durante su estancia en Italia entre los años 1259-1268:
- "De Potentia". Cuestión disputada sobre la potencia. (Comenzada en Roma).
- "De Malo". Cuestiones disputadas sobre el mal. (Roma).
- Comienza la "Suma Teológica".
- "De Spiritualibus Creaturis". (Sobre las criaturas espirituales).
- "Sententia super De Anima". (Comentario al "De Anima" de Aristóteles).
CONCEPTOS:
Para Santo Tomás, la distinción filosofía/teología descansa en la separación entre orden natural y sobre- natural: el orden de conocimiento natural procede de la razón humana, da lugar a la filosofía y tiene carácter demostrativo; el orden sobrenatural procede de la revelación y de la fe y es un conocimiento oscuro; algunas de sus verdades están al alcance de la razón, y otras la exceden. Ambos conocimientos provienen, en último término, de Dios, por lo que entre ellos no puede haber contradicción. Entre las dos esferas de conocimiento cabe la colaboración, dando lugar a la teología: la revelación puede orientar a la razón y le permite evitar errores; la razón le sirve a la fe para aclarar y defender los misterios de la revelación. Algunas creencias nunca podrán ser demostradas por la razón y otras sí, como los preámbulos de la fe (existencia de Dios e inmortalidad del alma). Habrá dos tipos de teología: la racional o natural, que llega a Dios utilizando una capacidad ligada a la naturaleza humana, la razón; y la teología cristiana o sobrenatural: su fundamento es la doctrina revelada y la fe, pero usa también de la razón para conseguir un orden científico y como arma dialéctica.
Santo Tomás quiere defender la posibilidad del conocimiento de Dios sin rebajar la calidad de su ser, evitando dos extremos: afirmar la posibilidad del conocimiento de Dios a costa de aproximar demasiado su ser a las cosas del mundo (con el peligro de su antropomorfización); y separar radicalmente a Dios del mundo, negando con ello la posibilidad de su conocimiento racional. Para ello empleará varios recursos: la afirmación: afirmaremos de Dios únicamente aquellas propiedades puras que no traen consigo imperfección; la negación: obtenemos un concepto negativo de Dios negando de Dios las propiedades de las criaturas que implican imperfección; la eminencia diremos que Dios posee de forma infinita las perfecciones que encontramos en las criaturas. Por su parte, la analogía nos recuerda que las palabras empleadas para pensar a Dios no tienen exactamente el mismo significado que poseen cuando las empleamos para referirnos a las cosas finitas (no tienen un significado unívoco), pero tampoco equívoco, sino analógico, en parte igual y en parte distinto.
COMENTARIO:
Tomás de Aquino se nos presenta en sus escritos y también en el concepto de sus contemporáneos y más antiguos biógrafos (Guillermo de Tocco) como una figura de pensador entregado por completo a las cosas suprasensibles y divinas y al mismo tiempo como una apacible, modesta y amable personalidad. Hay realmente en la figura y en el carácter de este escolástico una armonía, un ajuste, una plena ponderación que se revelan a todo el que se familiariza con sus escritos. Su concepción profundamente religiosa de la vida no le impide tener también abierta la mirada, y ancho el corazón para los valores y las exigencias de la cultura profana. El rasgo fundamental de su individualidad científica es la aspiración a encontrar, para el pensamiento científico serio, la pura y plena verdad.
La Filosofia natural de Santo Tomás está caracterizada ante todo por la teoría, por él más ampliamente concebida, de la primera materia (materia prima) y la forma substancial. Santo Tomás es de todos los escolásticos el que ha comprendido de modo más profundo el espíritu del hilemorfismo aristotélico; él amplió la doctrina de Aristóteles uniendo al pensamiento principal peripatético elementos neoplatónicos y agustinianos, si bien en medida secundaria. Cada uno de los seres de la Naturaleza, desde el mundo inorgánico hasta el hombre, es una síntesis de materia y forma.
Ok.
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